La relación de psicópatas y narcisistas con el dinero ajeno


-Yo dejé el dinero en el bolso azul, y tú lo sabías porque te dije. ¿Lo tomaste sin preguntarme? 
-No lo tomé, sabes que siempre actúo de frente, te lo hubiera pedido, el tema es que tú te olvidas de todo últimamente, en realidad no me dijiste que estaba ahí, además tú le vives prestando tus bolsos a tu prima, tal vez tenga ella el dinero, a mí no me gusta cómo actúa tu prima, es una persona muy interesada. Tú desconfías siempre de mí, yo que estoy siempre a tu lado, que te quiero tanto. Voy a salir, me has hecho daño.

¿Reconoces este diálogo? Probablemente sí. En una misma contestación está tratando de que dudes de tu cordura (gaslighting), se desliga de su responsabilidad culpando a tu prima (proyección de culpa), la calumnia para aislarte de ella (campaña de difamación), se pone en víctima y te castiga yéndose de fiesta, y si en esa salida conoce a alguien, afirmará que fue por el dolor que le causó tu desconfianza, es decir, también te culpará a ti de su infidelidad. ¿Y TU dinero? Pues fue claramente tu pareja quien lo tomó, pero logró que esa cuestión pasara a un segundo plano confundiéndote, abrumándote.

Todos los psicópatas y narcisistas, de una manera u otra, explotan a los demás, esto es una ley irrefutable, por algo se los compara a vampiros o a parásitos. En el caso de que provenga de una familia adinerada, tal vez se dedique a negocios de riesgo, en los cuales dañará con artilugios, legales o no, a sus competidores, y no andará revolviendo tu bolso en busca de dinero. Pero no todos nacieron en cuna de oro, ni son excepcionalmente inteligentes como para convertirse en exitosos hombres o mujeres de negocios (en otro artículo de este blog demostramos que la mayoría de psicópatas y narcisistas no tienen una inteligencia superior, esto es un mito, consiguen salirse con la suya solamente por su falta de escrúpulos). Entonces, si ese/a psicópata no tiene dinero ni ideas para negocios brillantes, y además muchos/as son holgazanes, eso se observa en varios estudios clínicos, lo más probable es que vivan de sus familias, de sus amigos, de sus parejas y de cualquier incauto que se cruce en su camino. A continuación, te ofrecemos cuatro relatos, uno lamentablemente cercano, para que abras los ojos, o para que ayudes a abrir los ojos a esa persona que tanto te preocupa. Cerraremos luego con consejos prácticos para protegerte financieramente.

Carmen era la mujer de un empresario influyente que comenzó siendo un contador de pueblo pero que, gracias a sus lazos con la política, logró montar varias empresas constructoras que siempre “ganaban las licitaciones de obras públicas”. Tenían dos hijos a los que su marido no prestaba mucha atención, solo se interesaba por sus logros académicos o deportivos para alardear de ellos en las reuniones sociales. Su marido era muy exigente con ella, le pedía que puliera sus modales, que se instruyera, que se sometiese a tratamientos de estética, la comparaba con las mujeres de la clase social en la que ahora se movían. Carmen sufría, hablaba de lo triste y sola que se sentía, pero sus amigas le decían que se quejaba de gusto, que su marido la tenía como a una reina. En ocasiones, Carmen firmaba papeles que su marido aseguraba eran para ella y para sus hijos por si a él le pasaba algo, Carmen los leía muy por encima, no lograba enfocar, estaba siempre en un estado de niebla, nada era lo que parecía ser, y no sabía cómo explicarlo. Un día hubo un cambio de gobierno, su marido ya no tenía tantos contactos dentro de esta nueva administración. En paralelo, un ex empleado denunció las maniobras fraudulentas a las que recurría la empresa para las adjudicaciones y dos mujeres lo acusaron por acoso sexual. Carmen, en lo más bajo de su vida anímica, quedó en medio de una investigación judicial, porque ella era, según los papeles, directora de varias empresas off-shore. Afortunadamente, luego de un penoso proceso, quedó sobreseída. Vive en un pequeño departamento en un barrio simple. Su ahora ex marido enfrenta una condena de cinco años de prisión.  Fue una psicóloga judicial la que le nombró por primera vez la palabra “psicópata integrado”, a partir de entonces, no dejó de buscar justicia y de rearmar su familia en un entorno más saludable.

Gisela era peluquera, tenía su propio salón, le iba bien, sus clientas la adoraban. Un día conoció a Ricardo, un actor que trabaja como extra, pero que todavía no había conseguido ningún gran papel. Gisela nunca se había sentido así antes, Ricardo era ingenioso, conocedor de todo, era apasionado, se sentía en las nubes cuando estaba con él. Ricardo fue a vivir con ella a menos de un mes de conocerse, es que le vencía el contrato, y la renovación, según él, tenía términos escandalosos. Gisela se sintió un poco invadida, pero se convenció de que esa sensación era producto de haber vivido sola por tanto tiempo. Pasaron los meses, Ricardo ya no estaba tan divertido, pasaba el día sin hacer nada, ni siquiera ayudaba con las cosas de la casa. En ocasiones dejaba de hablarle a Gisela, ella no entendía por qué estaba mal, si estaba así por algo que ella hubiera dicho o hecho, Gisela ahora siempre se sentía en falta. Finalmente logró que Ricardo le contara lo que le sucedía, entre llantos le aseguó que si no hacía un curso con un prestigioso actor de teatro jamás podría a llegar a un protagónico, y que él no tenía dinero porque tuvo que darle a su madre. Gisela no conocía a la madre de Ricardo, él jamás la iba a ver, a veces se ausentaba por las noches, pero no era para ver a su familia, era porque tenía ensayos, pero Gisela sospechaba, suponía que se veía con otras mujeres. Ricardo la trataba de celosa enfermiza, de estar imaginando cosas. A pesar de sus dudas, Gisela le dio el dinero en calidad de préstamo. Ricardo hizo el curso, no consiguió un protagónico, pero sedujo a una colega que sí tenía un protagónico y una carrera prometedora por delante. Se mudó con ella de un día para otro. Gisela no comprendía lo que pasaba, lloraba, lo llamaba por teléfono, le reclamaba una explicación y el dinero. Ricardo la bloqueó y aseguró en las redes que ella lo acosaba. Gisela se contactó con una ex pareja de Ricardo que le confesó que a ella también la usó y vivió de su dinero, es esta joven la que le habló de narcisismo maligno por primera vez. Gisela está ahora en terapia, su negocio, al que tenía un poco descuidado, ha vuelto a prosperar, mientras ella cura en silencio sus heridas.

Santiago trabajaba en la empresa familiar, una empresa de más de 140 años de trayectoria hecha con mucho sacrificio. A pesar de ser muy bueno para los negocios, sus hermanos y hermanas aseguran que Santiago era un soñador, que podía dedicarse a una profesión más creativa, de hecho, su imaginación le hacía pintar hermosas obras en su tiempo libre. Un día conoció a una “influencer” que había logrado un contrato como panelista de televisión gracias a la notoriedad ganada a través de sus fotos candentes en las redes. Santiago quedó deslumbrado con su belleza y su rebeldía. Ella lo hacía sentir especial, lo requería sexualmente como nunca antes alguien lo había hecho. A pesar de la insistencia de su familia, Santiago se casó con ella a los seis meses de conocerla. La “influencer” no perdió oportunidad de influir, manipular, para ser más precisos, a Santiago, quien le compró ropa, joyas, viajes, un auto y hasta un departamento además del que tenían en conjunto. Al cumplirse un año de su boda, ella lo acusó en los medios de violencia de género, todos apuntaron los dedos en contra de Santiago a pesar de ser un desconocido, algunos periodistas tímidamente le pidieron pruebas a la “influencer” de sus acusaciones, pero esta rompió a llorar a lágrima viva mientras balbuceaba “¿Es que no me creen?”. Santiago entró en una depresión profunda, su madre literalmente lo arrastró al psiquiatra mientras su padre y su hermano mayor, junto con algunos abogados, negociaron los requerimientos de la “influencer” para que dejara de difamarlo y que le diera el divorcio. Les costó un buen dinero, pero más le costó a Santiago salir de su depresión y recuperar su imagen. Encontró en el arte su vocación, ahora expone regularmente, sin embargo, el resto de su tiempo prefiere pasarlo con su familia y sus amigos más íntimos. Tiene mucho temor a conocer nuevas personas.

Olga era una mujer de 73 años con problemas cardíacos, no tenía hijos, su hermana había muerto y su sobrino vivía en Estados Unidos. Si bien él le enviaba dinero y la visitaba cuando estaba en el país, pasaba la mayor parte del tiempo sola. Tenía dos amigas con las que salía. En una de esas salidas conoció a un hombre más joven, de unos 55 años. Este hombre en unos breves minutos de conversación se dio cuenta de su soledad, de sus problemas de salud, y al instante comenzó con un proceso de idealización que culminó con él viviendo en la casa de Olga, haciéndose cargo de su medicación y de la administración de su dinero. A una de las amigas de Olga, no le gustaba este hombre, los cuidados le parecían fingidos; además era verbalmente abusivo con su amiga, en especial cuando creía que nadie lo estaba mirando. Un día Olga quedó internada en el hospital por una neumonía de la que no se recuperó. Olga murió. Esa amiga llamó al sobrino de Olga, Osvaldo, quien inmediatamente tomó un vuelo, pero llegó cuando este hombre había pedido la cremación de los restos y había hecho traer a su hijo de 14 años, al que nunca había prestado atención, a vivir con él en la casa de Olga. Era claro su plan, quedarse a vivir allí indefinidamente. Osvaldo lleva adelante un juicio por desalojo contra este individuo, pero le informaron que va a tomar no menos de 5 años, hay un menor de por medio, y es lógico que la justicia tenga en cuenta el interés del menor, interés que su propio progenitor no siente por ese joven. Sin embargo, lo que Osvaldo encuentra más irritante de esta situación es tener que soportar que algunos vecinos de su tía lo acusen de ser una persona egoísta por querer echar a “quien tanto la ayudó”.

Es probable que estas historias te suenen familiares, es probable que tengas mucho más para agregar a esta pequeña muestra que presentamos acá, muchas más historias de abuso financiero y emocional para exponer. Si te hace bien, habla de lo que te sucedió, te ayudará a reprocesar el abuso y ayudarás a prevenir a otros. Pero mientras tanto … ¿Qué podemos hacer para protegernos y proteger a los que queremos?

Cuando cualquier persona te pida una suma considerable de dinero y decidas prestarle, siempre pide como contra entrega un documento, como por ejemplo un pagaré. Si esta persona recurre a avergonzarte por pedir el documento, por supuestamente no confiar en él o ella, es mala señal. Si insiste en manejarte con la culpa dile claramente que es el documento o nada. No te sientas mal, una persona con buenas intenciones se ofrece a entregarte un pagaré sin que se lo tengas que pedir.
No permitas que nadie que recién conoces se instale en tu casa, mucho menos si tienes hijos. Muchos/as psicópatas y narcisistas se enamoran súbitamente de cualquiera que se encuentre a su alrededor cuando están por ser desalojados de sus viviendas. Si te habla de amor, de pasión, de que no puede estar sin ti, pues dile que tú, como prueba de su amor, necesitas que respete tus tiempos. Si te agrede, o te juega con el remordimiento, nuevamente, es mala señal.
NUNCA, NUNCA, NUNCA, firmes papeles sin terminar de entender todo el texto, incluso lo que está en letra pequeña. Si tienes dudas, consulta a un amigo abogado, o paga el servicio de uno. No importa si es tu misma madre la que te pide que lo hagas. NO FIRMES NADA QUE NO COMPRENDAS A FONDO.
No des extensiones de tu tarjeta de crédito a tu nueva pareja, si lo haces, acuerda con el banco emisor un tope de gastos para las mismas.
No permitas que maneje las claves bancarias o de seguridad social, si te olvidas con facilidad de las contraseñas y los usuarios, puedes bajarte alguno de los programas para gestión de claves que ofrecen las empresas de seguridad informática.
No dejes a mano tu documentación o la de tu familia; pasaportes, títulos de propiedad, testamentos. No importa lo mucho que ames a esta nueva persona, toda esa documentación debería estar en un lugar secreto o, mejor aún, en una caja de seguridad.
Cuando te encuentras en las primeras etapas de una relación con un psicópata o narcisista, tratará de saber todo sobre ti, pero no es el interés auténtico del enamoramiento, está estudiando tus puntos débiles, tus emociones, tu pasado, tus ingresos, los bienes de tu familia, etc. Aunque creas que es bueno mostrar todo de ti, puedes estar dando armas a alguien que las va a usar en tu contra.
Si sospechas que tu pareja está en negocios turbios, aléjate, aléjate ya, pero no olvides de llevar contigo todo lo que puedas recolectar como evidencia en caso de que tú puedas quedar salpicada/o si luego tus sospechas se confirman.
No eres malo/a si no quieres hacer algo que te da mala espina, expresa tu negativa, dile que tienes motivos personales para no comprar determinado bien, o para no salir de garante. Si te recrimina, te da el tratamiento del silencio, o te castiga triangulándote, nuevamente es una muy mala señal.
Si piensas en contraer matrimonio, aun cuando a todos en tu entorno les parece una locura (generalmente psicópatas y narcisistas logran que des el “sí” con rapidez para que no tengas tiempo para dudar), te pedimos que te hagas asesorar, en algunos países los contratos pre nupciales son legales, como también ciertos documentos en los que queda asentado con qué patrimonio entran los miembro de la pareja al matrimonio. ¿Te suena frío? No lo es, hemos visto demasiado como para asegurarte que es una medida necesaria.

Lamentablemente, muchos de nosotros aprendimos esto LUEGO de ser embaucados, no es sencillo detectar estos manejos con el dinero ajeno cuando estamos en la etapa de la idealización. No obstante, tenemos que hacer conocer esto que aprendimos, tal vez logremos que otras personas vean las alarmas antes de caer en una trampa. Y para concluir, no te tortures pensando en cómo pudiste confiar, en cómo arriesgaste tu pequeño (o abultado) ahorro, son maestros del engaño y corren con la ventaja del desconocimiento social, y de la indiferencia de los grandes medios, pero de este tema, del pacto de silencio a nivel mediático hablaremos en la próxima entrada. Mientras tanto, dedícate a sanar, a cuidarte y a fortalecerte. Y no lo olvides, hagamos que se sepa.

Copyright Shiva Shakti 2019
Nuestra única página en facebook es facebook.com/comunidadsobreviviendoapsicopatasynarcisistas

Comentarios

  1. Cuál es la mejor manera de volver a contactar con el ex narcisista debido a que aún hay cosas que nos vinculan en el plano económico y "legal" sin que me manipule o que salga "mal"? Lo termine hace 2 meses y nos vimos en este tiempo solo una vez por una diligencia en específico y después de ahi seguí con el contacto cero... No es urgente los asuntos que debo desvincular pero se que cuanto antes lo enfrente mejor, pero debo esperarme un poco más de tiempo o hacerlo ya? Que me recomiendan? Gracias de antemano.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

El sexo con un psicópata o narcisista.

Lo que no debes hacer con un psicópata o narcisista

Perspectivas para los hijos de padres narcisistas y psicópatas