Los prejuicios que ya no queremos oír


Estas cosas pasan todo el tiempo en las empresas, está en una tener cintura para esquivarlas, no, no, de ninguna manera te estoy responsabilizando a vos, no tiene nada de malo no estar canchera para manejarlas.
¿Levante la mano quien tiene cancha para manejar amenazas de muerte? Ah, por supuesto, James Bond y los ángeles de Charlie, pero yo no soy la espía favorita de Su Majestad, ni tengo alas y tampoco conozco a ningún Charlie. Soy un ser humano al que no le parece normal el acoso y las amenazas, en ningún ámbito.

Este tipo de comentarios comenzaron cuando pude vencer el miedo, cuando pude descifrar lo que estaba pasando. Supongo que vos también pudiste entender lo que te pasaba, de lo contrario, no estarías acá, leyendo, tratando de reconstruirte luego de que te hicieran pedazos. Ahora ves con claridad: cada gesto, cada palabra de la persona que te maltrató por meses, años o décadas, en tu casa, en la escuela, en la oficina, tienen explicación, se encuadran dentro del narcisismo o la psicopatía. Te duele cada poro de tu cuerpo, cada dendrita de tus neuronas, necesitás apoyo para recuperarte. Sin embargo, todavía sentís que caminás por un campo minado; hay cómplices, voluntarios o involuntarios, de la conducta abusiva, pero también, aún las buenas personas, esas que te creen, están formateadas con conceptos erróneos y prejuicios.

Cuando comencé a investigar, a colaborar con Sobreviviendo, a entrevistar a especialistas en el tema, fue como tirar de un hilo que trajo consigo un alud de otras revelaciones: una colega del laburo se dio cuenta de que su mamá era una narcisista tóxica; el patotero del colegio de mi hija era mucho más que un adolescente inseguro, era un maltratador que gozaba haciendo sufrir a los que le ponían un límite; el novio de mi amiga no actuaba por inconsciencia, era un psicópata que quería manipularla y controlarla. Pero estas personas que finalmente comprendían, no se beneficiaron inmediatamente de la verdad. Ana, ¿cómo podés decir eso? La verdad nos hará libres. Sí, claro que la verdad y la honestidad intelectual nos hacen libres, pero como decía Billie Joel en los 80: “la honestidad es una palabra muy solitaria”. Los sobrevivientes tuvimos que recuperarnos mayormente en soledad, porque a muy pocas personas les interesa la verdad o la honestidad de criterios, están cómodos en sus creencias, y lo que es peor, te las hacen caer con el peso de una roca en momentos en los que necesitás comprensión y empatía.

Todo lo que sigue, lo viví, en mí o a través de la experiencia de gente muy cercana. Estoy segura de que todas frases te van a sonar demasiado conocidas.


  • ¿No me vas a venir a decir que no se dio cuenta desde el comienzo?

Este prejuicio lidera el top ten de las desinformaciones. Si pedís el divorcio con orden de restricción y botón antipánico incluidos, un poco la culpa es tuya, te dicen, porque ellas o ellos, se hubieran dado cuenta a la segunda cita, porque son tan vivos, y vos tan bolud*. Antes me indignaba cuando lo escuchaba, ahora explico con tranquilidad como los psicópatas y narcisistas te imitan en espejo, si me quieren creer, bien, si no, también. Generalmente termino la explicación con una frase célebre de mi abuela: “nunca escupas para arriba”.


  • Pero seguro que exagera, su madre o su padre son encantadores, siempre saludan a los vecinos.

Sí, Ted Bundy, el Petiso Orejudo, Jack el destripador y Yiya “la envenenadora” Murano, todos saludaban a sus vecinos, es más, Yiya te invitaba a tomar el té. ¿Qué es esta pavada de decir que una persona exagera cuando relata que sus padres fueron abusivos o que su pareja era un maltratador, solo porque esa persona abusadora saluda en el día a día? Quienes dicen esto NO LEYERON NUNCA NADA ni de perversos, ni de narcisistas, ni de psicópatas, ni de sádicos, porque de lo contrario sabrían que sus máscaras sociales suelen ser agradables. Cuando te digan esto, recordales los casos de estos tristemente célebres “buenos vecinos”.


  • Si tardó en dejar la relación, es porque le gustaba.

Este es el prejuicio que culpa a las víctimas por excelencia, y está muy extendido, tanto que existen algunas versiones seudo psicológicas como: “probablemente sea un/a masoquista” “¡Y, seguro que es codependiente!” que se utilizan para reforzar la idea usando una falacia de autoridad. Para estas personas, todo el mal que puedan causar los abusadores es mínimo en comparación con la falta de velocidad en la reacción de quienes viven en el temor o la confusión constantes. Cuando escucho esta frase sobre cualquier persona, realmente me pongo muy protectora y seria, muy seria, no saben lo intensa que puedo llegar a ser cuando estoy seria. Con este prejuicio no negocio, primero me tomo el trabajo de explicar lo que es la vinculación por trauma y los ciclos  frío-calor (una vez lo tuve que hacer con una psicóloga que se vendía en internet como especialista en violencias de género), luego les aclaro que, de volver a escuchar otra vez lo mismo, voy a dar por terminada la relación, y si la cosa llegara demasiado lejos, al punto de dañar a la víctima, no descarto una presentación en el organismo que corresponda.


  • Es patético que un hombre diga que fue abusado en una relación, se puede defender

¿Te suena machista? Lo es. Los hombres que están en una relación abusiva, ya sea con otro hombre o con una mujer, sufren también la vinculación por trauma, la humillación, la triangulación, la violencia emocional y, en ocasiones, la física. Tienen disonancia cognitiva, no saben por dónde salir, y lo que es peor, cuando denuncian malos tratos, en comisarías u organismos, es común que los traten de poco hombre por “no saber defenderse”. ¿Qué se supone que debe hacer? ¿Devolver un golpe? Por un lado, queremos una sociedad menos violenta, pero desde el estado les decimos que se arreglen solos y pagando con la misma moneda. No es la idea. En varios países de Europa y en los Estados Unidos hay líneas de emergencia para varones abusados, sean por sus padres, familiares o parejas. Es un tema que merece un tratamiento urgente.


  • ¿No te parece que ves psicópatas integrados y narcisistas por todos lados?

Esta pregunta ya es un clásico, como la camisa blanca o el chocolate con almendras, pero no sienta bien, ni tiene nada de dulce. En un punto es entendible que una persona que tuvo la suerte de jamás tener problemas con un narcisista o psicópata no los detecte -que los cruza a diario es un hecho- solo piensa que su colega en el trabajo es simplemente un mal bicho o que la tía Azucena es una amargada manipuladora; pero quienes detectamos patrones comunes es imposible no verlos. Es matemática pura. Si una de cada veinticinco personas tiene un desorden narcisista o antisocial de la personalidad (lo que llamamos psicopatía o sociopatía) es claro que entre nuestros conocidos hay varios. A veces el ojo se vuelve tan afilado que los sobrevivientes descubrimos patrones psicopáticos entre figuras públicas, y cuando comparamos impresiones, ¡qué casualidad!, nos damos cuenta de que pensamos lo mismo sobre esa celebridad. No, no nos está faltando un jugador en la cabeza, tenemos un equipo de estrellas.


  • ¿Por qué no te olvidás?

¿Vos le dirías a una persona con diabetes que controle sus niveles de glucosa de una vez por todas? ¿O a alguien con depresión que se alegre y deje de molestar? Uy, pará, hay gente super desubicada que le dice eso a los que sufren de depresión, mala mía, pongo otro ejemplo, ¿le dirías a una persona con epilepsia que lo único que tiene que hacer es que deje de convulsionar y ya? NO, ni se te cruza por la cabeza decir eso, pero el problema es que hay tanto desconocimiento sobre las secuelas del abuso que ni siquiera nuestros seres más queridos entienden lo que es el estrés postraumático y lo que causa no solo a nivel psicológico sino a nivel fisiológico. El estrés postraumático se trata con éxito, se supera, pero lleva un tiempo, como lleva tiempo recuperarte de una cesárea o ajustar los niveles de las hormonas tiroideas cuando tenés hipotiroidismo.


  •  No todo es blanco y negro, la mayoría tenemos un poco de manipuladores y mentirosos

Nadie en su sano juicio asegura que una mentira es un signo de psicopatía. ¿Quién no contestó alguna vez “está exquisito” para no herir a alguien que cocinó durante todo un día? Tampoco entra dentro de lo patológico que un adolescente manipule en alguna ocasión, por ejemplo, cuando nos promete que “esta vez sí voy a estudiar, lo juro” si le compramos una entrada para su banda favorita. Cuando hablamos de engaños, mentiras y manipulación en el contexto del narcisismo y la psicopatía nos referimos a la mentira y a la manipulación constantes sin sentir el más mínimo remordimiento. Por algún extraño motivo, no logro que ciertas personas entiendan la diferencia. Estoy llegando a la conclusión de que, o bien se niegan a aceptar que esto sea posible o, por el contrario, son personas que relativizan y normalizan este tipo de conducta porque les conviene. Esto último me hace ruido


  • Estamos seguros de que nuestro alumno no vende droga y no es un patotero, viene de una buena familia, el padre es médico y la madre contadora

¿Algo no te cierra en esta frase? Me alegro de no ser la única que piensa así, sin embargo, es lo que me contestaron en el colegio de mi hija luego de que el maltratador que tenía a mitad de curso aterrado y a la otra mitad seducido, tomara a mi hija del cuello y la pusiera contra la pared. ¿Se supone que las personas con títulos universitarios no pueden tener hijos o hijas con desordenes como el narcisismo? ¿Quiénes serían los padres y madres criadores de psicópatas integrados? ¿Los que no terminaron el secundario? ¿Qué constituye una buena familia? Acá tenemos, además de una ignorancia profunda sobre psicología y neurología, un ostensible prejuicio de clase. La psicopatía y el narcisismo tienen una base orgánica además de ambiental; el nivel socio cultural no tiene NADA que ver con la aparición de estos desórdenes de personalidad, ocurren en todas las clases sociales y en todos los niveles educativos. De más está decir que ante semejante respuesta, cambié a mi hija de colegio.


  • Se están poniendo en víctimas

¡Qué dulzura de comentario! A ver, aclaremos esto. La palabra víctima significa según el diccionario: persona o animal que sufre un daño o un perjuicio a causa de determinada acción o suceso. Entonces bien, si sufriste abuso, sea físico, sexual, financiero, psicológico, laboral, escolar, etc., fuiste víctima de una acción nefasta, por lo que la palabra aplica en un 100%. Eso no quiere decir que permitas que la palabra te defina. La confusión viene de mucha retórica nueva era en la que se cree que si expresás algo malo que te sucedió estás recurriendo al victimismo. No, hablar de lo que nos pasó no es victimismo, el victimismo es algo que usan los psicópatas y narcisistas para dar lástima y despertar la empatía de las personas a las que piensa utilizar; expresar tu dolor, enunciar tu verdad al mundo, es justicia, y es lo que recomiendan todos los especialistas en trauma para sanar, es reconstruir el relato de nuestras vidas, es retomar el poder de nuestro ser más profundo. Quien prefiera usar eufemismos, quien le tenga miedo a las palabras precisas, quien crea que reprimiendo pensamientos hoy considerados negativos, va a tener una vida de abundante placer, lo felicito; pero yo necesito autenticidad, necesito decir las cosas como fueron, daños incluidos. Esta aceptación de la realidad, por dura que sea, lejos de victimizarme, me llena de fuerza y de futuro.


  • ¿Para qué hablar? ¿Por qué no esperar? ¿Por qué no antes?

Si hablás, porque hablás. Si tardaste en hablar, porque tardaste en hablar. Hagas lo que hagas, te van a criticar. Las estadísticas demuestran que los sobrevivientes de abuso no hablan inmediatamente, les puede llevar desde un año a treinta poder poner en palabras lo sucedido, dependiendo de la gravedad. Sin embargo, es muy común leer comentarios del tipo “y recién ahora declara, seguro quiere plata” cuando se tarda en contar lo sucedido, o “los trapos sucios se lavan en casa, tendría que ir a recursos humanos, arreglar una guita, ir a juicio nunca es bueno” si hace una denuncia inmediatamente. Contradictorio, ¿no? ¿Juicio si o no? ¿Resarcimiento si o no? En mi caso particular, nunca quise dinero, quería dejar en evidencia que había un predador actuando con absoluta libertad dentro de la compañía, lamentablemente la empresa prefirió encubrir, aun así, no me arrepiento. Recordá siempre que la elección es tuya, no permitas que nadie te calle, pero si preferís el silencio porque todavía no es tu momento, que no te fuercen a hablar. Lo primero es sanar.

Aquí voy a dejar de enumerar perlitas de terror, no quiero abrumarlos. Además, los tiempos están cambiando, estoy segura de que, en un futuro no muy lejano, van a desaparecer estos comentarios tan mala leche, tan desinformados y que no ayudan en nada. Para eso, es necesario que no los dejemos pasar; con paciencia, con tacto, podemos demostrar que esa información que manejan es errónea y, como al pasar, asegurarles que solo hace falta desarrollar un poquito de cintura para evitarla.



©Analía Daporta 
para sobreviendoasociopatasynarcisistas@blogspot, sobreviviendoapsicopatasynarcisistas@wordpress  facebook.com/comunidadsobreviviendoapsicopatasynarcisistas
Analía Daporta es una traductora y escritora que colabora con nuestro blog. Se especializa en traducir trabajos científicos y tiene dos libros publicados: Brújula (poesía) y Holograma (novela). 
www.analiadaporta.com


Comentarios

  1. Excelente nota!! Te lo dice el hijo de un psicópata. Saludos desde Buenos Aires a

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  2. Y con miedo a encontrarte con este tipo de comentarios y con miedo de volver a confiar en la persona equivocada, te obligas a callarte después del terremoto por él que acabas de pasar... O al menos así me siento yo... 
    Me gustaría saber si hay algún grupo de gente que ha pasado o está pasando por esto, porque de verdad, a veces sientes que son los únicos que te van a entender.

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    1. Hay muchos grupos, uno es el de Amor Zero en FB del doctor Iñaki Piñuel (asegúrate que sea el original porque hay uno que le imita) y el otro es nuestra comunidad de sobrevivientes facebook.com/comunidadsobreviviendoapsicopatasynarcisistas

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