La mentira y la manipulación en los psicópatas integrados según el Profesor Garrido.
Vicente Garrido es profesor de Psicología en la Universidad
de Valencia. Escribió el libro (Ed. Algar, 2000). Resaltamos a continuación
algunos de sus conceptos más importantes:
El sujeto con estas carencias (emocionales) es alguien
profundamente egocéntrico, manipulador, mentiroso y cruel.
En el área emocional/interpersonal , Los
psicópatas suelen ser locuaces, expresarse con encanto, tener respuestas
vivaces y presentar historias muy improbables, pero convincentes, que les deja
a ellos en un buen lugar. Sin embargo, el observador atento ve
que es muy superficial e insincero, como si estuviera leyendo mecánicamente un
texto.
Habla de cosas atractivas para las que no tiene
preparación (…). Es destacable que no le importe gran cosa el que se
evidencie que sus historias son falsas, algo que no siempre es fácil de lograr,
dado el desparpajo y la inventiva con que emprenden sus relatos. (…)
El psicópata tiene una autoestima muy elevada, un gran
narcisismo, un egocentrismo descomunal y una sensación omnipresente de
que todo le es permitido. Es decir, se siente el “centro del
universo” y cree que es un ser superior que debe regirse
por sus propias normas. Se comprende que con esta percepción de sí mismo
aparezca ante el observador como alguien sumamente arrogante, dominante y muy
seguro en todo lo que dice. Es claro que busca poder controlar a los demás, y
parece incapaz de comprender que otras personas tengan opiniones diferentes a
las suyas. (…)En realidad, creen que sus capacidades les permitirán
lograr cualquier cosa.
No experimentan ninguna preocupación por los efectos
de sus actos en los demás y, en ocasiones, lo manifiestan claramente.
Cuando aseguran que “lo sienten” no es más que por dar una buena imagen; sus
palabras anteriores y posteriores y sus hechos suelen contradecir ese
arrepentimiento. Junto a esto, encuentran todo tipo de excusas para
explicar los desmanes que cometieron y, en muchas ocasiones, niegan
en absoluto que ellos fueran los responsables o que tales acontecimientos que
se imputan o que existieron en realidad.
(…) si mantienen
lazos con algunas personas, será por puro interés, no por sentir algo profundo
hacia ellas; son, en realidad, como posesiones que tienen, seres que tienen la
misión de proveerles de sus necesidades sin que hayan de recibir nada a cambio.
Mentir, engañar y manipular son talentos naturales
para el psicópata. Cuando se demuestra su engaño, no siente
apuro alguno; simplemente cambia su historia o retuerce los hechos para que se
encajen de nuevo. “El resultado es un conjunto de oraciones contradictorias y
un oyente completamente confuso”. (Ver
la entrada de gaslighting en este mismo blog)
En buena medida, las mentiras no pretenden ningún
objetivo concreto, sólo demostrar su habilidad para engañar. La
gente suele creer, cuando escucha al psicópata, que éste no se da cuenta de sus
mentiras y, en ocasiones duda de su estado mental.
(…) En ocasiones, junto
a una apariencia fría y distante, manifiestan episodios dramáticos de
afectividad.
Cuando alguien forma pareja con un psicópata ha de
enfrentarse con un hecho conciso pero diáfano: está compartiendo la
vida con alguien que “no juega” a lo mismo que ella. La mujer o compañera
busca comprensión, afecto, cuidados, consejo: en suma, lo que se entiende por
compartir una vida. Y todo ello en una relación sincera, como es lógico. Pero
esta perspectiva es justamente la que no comparte su marido. Ni los
objetivos ni las reglas de la relación son los mismos para él. (…)
Durante la etapa de la seducción él será muy amable y solícito,
lleno de proyectos para la vida en común. Puede contar que posee
conocimientos especializados y títulos universitarios. En su conversación
quizá aprenda su pareja que se trata de un corazón maltratado por anteriores
relaciones, y que necesita de toda la paciencia y cariño que ahora ella le
pueda dar. No es fácil resistirse ante sus buenas palabras y su encanto
personal. (…) nos interesa detenernos en el periodo en que la relación se
establece con una cierta entidad; ya viven juntos o pasan periodos juntos en
uno u otro de sus pisos con mucha frecuencia. Es decir, no se trata de una
relación episódica, de breve duración. Aquí el camaleón quiere estar con su
pareja, no se marcha (al menos inicialmente, sólo que él quiere hacerlo “a su
manera”. (…)
He aquí algunos de los comportamientos más esperables
del psicópata en una relación de convivencia:
a) desapego hacia los niños o, por el contrario, educación
muy punitiva: el psicópata no quiere a nadie, incluidos sus hijos;
b) comportamiento errático: resulta difícil acertar
de qué humor puede estar un día particular, o qué va a hacer;
c) miente habitualmente; es infiel habitualmente.
d) suele ser un parásito; si no ha logrado un empleo
estable, puede vivir de tu dinero o del de tus/sus familiares;
e) no tiene amigos íntimos, sólo conocidos;
f) es muy difícil de conocer;
g) te manipulará: hará que te sientas culpable, te
presentará los argumentos de manera que los hechos se vean borrosos o
equívocos. Se hará el ofendido;
h) te hará bajar a los infiernos: conocerás
situaciones límite, que pondrán a prueba tu temple emocional.
Interesantisimo. Me gustaria que un día se hablase en el blog de las diferencias entre un perverso narcisista y un psicopáta.
ResponderEliminarLo que ya no intento entender es como alguien que actúa por detrás,daña premeditadamente y miente cuando es descubierto incluso de forma pacífica pasa a ser el ofendido, trata al otro como tóxico, ejerce el mayor desprecio y encima se permite calumniar a la misma persona a la que dia antes era su alma gemela. No lo entiendo; antes tras el descarte no dejaba de pregúntarme mil"¿por qué?". Ya no.
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