Introducción general del comportamiento de sociópatas y narcisistas.
La mayoría de las personas suelen tener la equivocada idea
de que un psicópata es una especie de asesino serial, un Hannibal Lecter y
cuando se los consulta sobre narcisistas probablemente piensen en alguien
simplemente vanidoso. Pero ésto no es así. Psicópatas integrados, sociópatas,
narcisistas y personalidades histriónicas son trastornos de la personalidad que
se agrupan bajo el nombre de desordenes
de la personalidad cluster B. Estos desordenes representan un 2 a 3% de la población general y de ese
porcentaje 70% son varones y 30% son
mujeres según estudios actualizados . Lejos de parecer personas con comportamiento antisocial suelen ser encantadores, elocuentes
y muy seductores. Pero en verdad son sujetos con estructuras cerebrales
distintas a las normales a nivel de la corteza pre-frontal y amigdala; y solo son capaces de
sentir emociones muy básicas (las asociadas al sistema límbico) como el odio,
miedo, y un deseo sexual pronunciado. Todos ellos tienen muy desarrollado un
sentido de grandiosidad y se sienten superiores al resto de la humanidad. Estos comúnmente llamados proto-humanos
aprenden desde muy temprano qué comportamientos necesitan para obtener lo que
quieren, estudian las emociones humanas
como el amor, el dolor y la empatía, para luego imitarlas a la perfección. Muchos
de ellos pueden mantener una "máscara de cordura" por un período
largo de tiempo ya que suelen pasar sin ser detectados por los “radares
humanos”. En el trabajo suelen ser divertidos y sociables. Son los que parecen escuchar
“los problemas de los demás” (pero realmente lo hacen para obtener beneficios)
.En las relaciones de pareja hacen creer
a sus conquistas que son sus almas gemelas bombardeándolas con atenciones
desmedidas, galanterías y sexo explosivo (al ser unas de sus características la
promiscuidad suelen tener mucha experiencia, que desde luego negarán). Pasado
un corto tiempo, cuando se han ganado su confianza absoluta empezarán a hacer
una campaña de triangulaciones, manipulaciones y lavado de cerebro para
controlar a sus víctimas. Jugaran con periodos de frialdad y de acercamiento. Les mentirán
permanentemente y cuando los confronten los intentarán hacer pasar por locos o
celosos. En la desesperación de volver al “normal” estado de cosas, sus parejas
o colegas intentarán hacer todo lo posible para satisfacer a su amante o amigo, incluyendo cerrar sus ojos y sus mente a los diversos comportamientos
retorcidos de aquella persona que les ofreció una imagen ideal y que ahora los
culpa por el fin de esa fase de idealización. Pero lo que continuará es otra
fase bien identificada por científicos y por sobrevivientes de estas relaciones
que se conoce como la etapa de la devaluación que culminará con el descarte
final, que siempre es el más doloroso y humillante que puedan llevar a cabo. Si
la situación es laboral será con la traición y la difamación, y si hablamos de
relaciones de parejas sucederá con múltiples infidelidades a la vista de todos
y una lenta socavación identitaria.
Cuando la persona involucrada está siendo devaluada por el
sociópata o narcisista, suele pasar primero por una etapa de negación en la cual la víctima
prefiere creer que se está equivocando, que con buena voluntad y mayor atención
de su parte hará cambiar a su colega o pareja. Poco a poco, las presas (las
personalidades cluster B son predadores, desarrollaremos este concepto en
próximas publicaciones) tienen que admitirse a si mismas, que lo que están
experimentado no puede explicarse como una buena persona que está actuando mal
momentaneamente; sino que está frente a una persona que quiere conscientemente
hacerle daño. Los psicópatas y
narcisistas suelen perjudicar a miles de personas en sus vidas y dejar un
pasaje de miseria humana por doquier. Ellos tratan de traer dolor y sufrimiento
a prácticamente a todos los que tocan porque necesitan destruir a los empáticos
a los que tanto envidian. Y aun así, de alguna forma, logran convencer a sus
víctimas que son ellos los que han sido tratados mal.
Lo que quieren alcanzar, varía con el individuo. Para los
miembros más inteligentes de este grupo
será el poder, sexo a destajo y dinero; para los menos motivados y
mediocres, significará controlar una esposa o esposo y a sus hijos para dar una imagen de
respetabilidad mientras llevan una doble vida donde la promiscuidad y la perversidad sexual llegan, a veces, a
límites insospechados por la familia y los miembros de la comunidad.
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